Actualmente, se puede escuchar decir a cualquier persona "estoy deprimido", sin embargo, ¿será realmente un caso de depresión?
Muchas veces no. Lo que ocurre es que a veces es difícil describir la tristeza ocasionada por situaciones de la vida, tal como un divorcio, la pérdida de trabajo, la ruptura del noviazgo, o simplemente por no poder alcanzar una meta. La tristeza o malestar ocasionado por este tipo de situaciones no se le puede considerar como una depresión como enfermedad clínica.
Cuando se trata de una enfermedad debemos considerar varios factores, como la intensidad de los síntomas, la frecuencia o tiempo que lleva la persona con ese malestar. Además, existen otros síntomas que al presentarse juntos por más de un mes, puede considerarse entonces como un problema más serio.
Algunos signos que nos pueden sugerir de un problema depresivo pueden ser los siguientes:
Irritabilidad.
Aislamiento.
Alteraciones en el sueño y el hambre.
Descuido en actividades diarias (aseo personal, trabajo, problemas de concentración, etc.)
Pocas esperanzas en el futuro.
Poco interés en actividades que antes se disfrutaban.
Ansiedad.
Llanto sin una causa aparente o muchos deseos de llorar.